Construir un hogar

Es un oficio de paciencia el de construir hogares. ¿Cuántos has levantado movida/o por el deseo de guarecerte en un lugar seguro? Y de todos ellos… ¿cuántos se han malogrado a causa de las lluvias, el tedio, el abandono o el desamor?

Una buena amiga nos regaló este hogar la semana pasada:

Este hogar no requiere llave, la imagen es una paradoja, como tampoco sabe de cerraduras ese lugar que te espera en el bosque. Caminas sin un rumbo fijo hasta que algo te llama al otro lado de la vereda: has encontrado tu guarida, tu casa a la intemperie. Tu refugio.

El pájaro que construyó ese nido lo hizo con paciencia. Sabía que habría de soportar el capricho de la lluvia, del viento, de los cucos que buscan un poco de calor en casa ajena. Después lo abandonó.

Habrá otro árbol, otra primavera, otra oportunidad para recomenzar la urdimbre. El nido que habitaste está dentro de ti.

Bienvenida/o a casa.